Un solo Territorio al Inicio
Cuando México logró su independencia en 1821, la Península de Yucatán (que comprende lo que hoy son Yucatán, Campeche y Quintana Roo) era una región conocida como Capitanía General de Yucatán, una de las más ricas y estables del virreinato de la Nueva España. Su economía se basaba en el comercio marítimo con Cuba y en la producción de henequén, palo de tinte y ganado. En 1824, con la primera Constitución Federal de México, Yucatán se convirtió en un estado libre y soberano, abarcando todo el territorio peninsular.
Separación y conflictos internos
Durante el siglo XIX, Yucatán mantuvo una relación tensa con el gobierno central mexicano. La distancia geográfica, las diferencias económicas y la defensa del federalismo llevaron a varios episodios separatistas. En 1835 el gobierno mexicano impuso un sistema centralista, Yucatán se resistió y en 1841 declaró su independencia de México, proclamándose República de Yucatán.
La república tuvo su propio gobierno, bandera y constitución, aunque duró poco. Tras un serio conflicto entre la élite yucateca y los mayas al sur comenzó la Guerra de Castas. México ofreció ayuda a Yucatán a cambio de la reincorporación, lo cual sucedió 1848.
Nacimiento del estado de Campeche
El oriente y el centro de Yucatán tenían intereses económicos diferentes al puerto de Campeche, que buscaba mayor autonomía. Las tensiones políticas entre las élites campechanas y meridanas se agravaron tras la Guerra de Castas. Finalmente, en 1857, Campeche se separó oficialmente de Yucatán y fue reconocido como nuevo estado de la federación mexicana.
El surgimiento de Quintana Roo
El oriente de la península es una región selvática y de difícil acceso que quedó bajo control de comunidades mayas insurgentes. Para asegurar el control federal y fomentar la colonización de la zona, el gobierno mexicano creó en 1902 el Territorio Federal de Quintana Roo, nombrado así en honor a Andrés Quintana Roo, político yucateco independentista.
Quintana Roo permaneció como territorio durante gran parte del siglo XX. No fue sino hasta 1974 que se convirtió oficialmente en estado libre y soberano, con Chetumal como su capital y Cancún emergiendo poco después como su motor económico y turístico.
Un legado de identidad Compartida
A pesar de sus divisiones políticas, los tres estados comparten una identidad peninsular profunda, con raíces mayas, tradiciones gastronómicas similares y un acento característico. Sorprendentemente, hasta ahora, las líneas fronterizas exactas no han sido definidas y la constitución de cada estado tiene su propia interpretación del territorio que abarca su jurisdicción.





